La Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona cuenta con mucha historia, simbología y arte. Cada detalle tiene un significado que continúa inspirando y maravillando a sus visitantes. Hoy, te contamos algunos de ellos.

La imponencia y la majestuosidad de la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, España, es única. Y no es para menos, su arquitecto Antoni Gaudí fue un hombre visionario, quiso que su legado no pasara desapercibido y lo logró.

Más allá de la mezcla del arte gótico y el modernismo, Gaudí concibió la Sagrada Familia como una iglesia universal, donde todas las personas fueran bienvenidas, independientemente de sus creencias, recordando la importancia de la naturaleza y la creación divina. Rindió homenaje a los santuarios del mundo católico, plasmó en las vidrieras redondas que se observan al interior del templo nombres de santuarios como: la Virgen de Guadalupe (México), la Virgen de Chiquinquirá (Colombia), Nuestra Señora de la Caridad del Cobre (Cuba), Nuestra Señora de Luján (Argentina) y Santa María de Coromoto (Venezuela), entre otros.

Evitó que la iglesia estuviera cargada de imágenes para que quienes no son creyentes se sintieran cómodos, así solo están las figuras de la Sagrada Familia (la Virgen, San José y el Niño; y Sant Jordi, patrono de Cataluña), las demás son pinturas que se mezclan con un bosque de piedra que concibió en su interior para propiciar la espiritualidad e invitar a la elevación del alma y la oración.

El bosque fue construido con piedras especiales como el basalto, roca volcánica más abundante en la corteza terrestre; el granito, roca ígnea intrusiva de color claro utilizada como material para elaborar figuras ornamentales y monumentos; y el pórfido,  roca filoniana apreciada por su dureza y resistencia de color roja, traída de Irán, uno de sus mayores productores.

“Es la piedra más dura del mundo y poca, puede sostener hasta 2 mil kilos de peso, en la Sagrada Familia se aprecian cuatro principales columnas internas y el altar, hechos de rojo pórfido. Las columnas son ‘los pies’ donde se apoya la torre dedicada a Jesús y la más alta de la basílica que mide 172.5 m, por eso fue hecha en la piedra más resistente del mundo”, comenta un guía turístico del templo. 

Las columnas recrean los troncos de los árboles, el techo son las hojas, y las vidrieras son la luz que iluminan su interior. La manera en la que la luz rebota fue cuidadosamente planeada, las vidrieras de la fachada del nacimiento son de color azul como la luz del día y las del lado opuesto son anaranjadas como la luz del atardecer, cuando muere el sol.

Una de las curiosidades más interesantes del templo es que éste no podía superar en altura a la montaña de Montjuic (173 m.), la más alta de Barcelona, ya que Gaudí decía que el mejor arquitecto era Dios y nadie podía superar su obra. Por tanto, la Torre de Jesús está por debajo de esta montaña. Hoy día en la ‘Ciudad Condal’ no hay edificios más altos que la Sagrada Familia”, explica el guía.

Gaudí no alcanzó a ver su obra terminada. Dejó finalizada la primera torre de principio a fin, que sirvió como punto de partida para continuar la construcción. “Él trabajaba de esta manera, construía trocitos que después se tenían que repetir y así decía cómo quería las otras, en esa época no existían los ordenadores, solo hacía planos y maquetas y dejaba trozos construidos”.

En la cripta de la Basílica, ubicada debajo del Altar descansan los restos mortales de su visionario arquitecto, Antoni Gaudí.

Más datos

  • La construcción de la Sagrada Familia comenzó en 1882 y se espera finalizar en 2026, en el centenario de la muerte de Gaudí.
  • La Sagrada Familia tiene 3 fachadas: la fachada del Nacimiento, la fachada de la Pasión y la fachada de la Gloria de Jesús.
  • La Basílica tiene 18 torres: 12 representan a los apóstoles, los amigos de Jesús; 4 a los evangelistas (Marcos, Mateo, Lucas y Juan), una a la Virgen María y la más alta de todas a Jesucristo.
  • En las partes altas de las fachadas y ventanales de las naves laterales de la Sagrada Familia hay cestas de fruta que simbolizan los 12 frutos del Espíritu Santo y simulan las cosechas del año. Por ejemplo: en la fachada del oeste están las frutas de otoño o final de año como los higos, las manzanas y las castañas y en la fachada del Nacimiento están las frutas de primavera como los nísperos, las ciruelas, las cerezas y los melocotones. También se aprecia el trigo, la cebada y las uvas.