Fornalutx se encuentra en lo alto de la Sierra de la Tramuntana, a los pies del macizo del Puig Major, sobre el valle de Sóller al noreste de Palma de Mallorca, y es propio para visitar por turistas y residentes.
Por: Katherine Castañeda Romero
Si vas a Palma de Mallorca y no visitas Fornalutx te puedes arrepentir. Este pequeño pueblo, considerado uno de los más bonitos de España, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, fascina por sus calles de adoquines estrechas, casas y edificios de piedra bien conservados y fachadas adornadas con plantas y flores.
Aunque es un pueblo pequeño se pueden hacer varias paradas para admirar su arquitectura tradicional que mezcla el arte gótico, barroco y rústico. Si se llega en coche no hay por qué preocuparse porque cuenta con un parking a la entrada, estilo mirador, desde donde se divisan paisajes sorprendentes que dejan ver la Sierra de Tramuntana, uno de los atractivos turísticos más visitados y la principal sierra de las Islas Baleares, declarada también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La aventura comienza al subir las escaleras de la entrada de este pueblo pintoresco que llevan a sus calles más fotogénicas y sus casas empedradas con detalles en barro de las que sobresalen grandes portones en madera, ventanas pequeñas de colores verde y marrón, pequeños faroles y aleros de tejas voladas decoradas, pintadas con diferentes motivos geométricos, figuras religiosas y animales, entre otros, una costumbre antigua de valor simbólico que sus habitantes hacían como defensa de agresiones externas. Además, muchas viviendas tienen limoneros.
Fornalutx tiene en sus entrañas la iglesia de La Natividad de La Mare de Déu, de estilo gótico y barroco; la plaza de España, donde hay terrazas y bares para probar la gastronomía local y el Ayuntamiento (La Alcaldía), un edificio que se caracteriza por su gran torre defensiva de planta cuadrada del siglo XIV.
Hay pequeñas tiendas de productos orgánicos, pero sobre todo, es un sitio donde se respira tranquilidad, paz y aire puro. La interesante mezcla de cultura, patrimonio y naturaleza permiten que sea un sitio propicio para hacer senderismo, ir en bicicleta y caminar por esas callejuelas que son ejemplo de conservación y cuidado de sus monumentos y construcciones.
Estar en Fornalutx es trasladarse varios siglos atrás y dejarse llevar por la historia en un imponente entorno natural. Sus colores vivos hacen que puedas sentirte relajado. Este encantador pueblo dispone de varias casas rurales y alojamientos para vivir días inolvidables y de calidad, alejados del caos de muchas ciudades