Lejos de creer que significa un estándar de belleza, Ejercitarse no es una tendencia, es una responsabilidad que tenemos… es habitar nuestro cuerpo con presencia. Indiferentemente de la actividad que elijas, lo que estás entrenando también es tu coherencia interna. ¿Cómo puedes vestir tu mejor versión si no sientes que la habitas?
Narradora: Mafe Romero
@maticesartelier
En la era del amor propio, se habla del ‘acéptate como eres’ pero si la cambias a ‘ámate como eres, mientras trabajas en la mujer que quieres’, la primera no te permite evolucionar en tu salud física, mental y emocional La segunda celebra lo que eres, pero te abre la puerta a desarrollar nuevas dinámicas que permitan un crecimiento personal constante. Y son esas dinámicas las que van a lograr que tu autoconcepto, y autoimagen se potencien. Pero, ¿Qué relación tiene el ejercicio físico con esto?
Cuando pensamos en imagen personal solemos enfocarnos en la ropa o los colores. Pero hay un pilar silencioso —poderoso— que sostiene todo eso: el cuerpo en movimiento. El ejercicio físico no es solo una herramienta estética; es una práctica de conexión con nosotras mismas que moldea cómo nos vemos, nos sentimos y cómo nos perciben los demás.
En asesoría de imagen siempre digo: no hay outfit que funcione si la energía corporal no acompaña. El deporte te ayuda en tu alineación postural (proyecta seguridad), la firmeza en tu mirada (proyecta autoridad), en tu caminar (elegancia y credibilidad), en la energía vital que logra magnetismo. Una mujer que entrena no solo cambia su cuerpo: cambia su narrativa, ya que el cuerpo habla el idioma de la autenticidad.
El ejercicio no es cuestión de tallas, se trata de decisiones. No hay que verlo como un castigo estético. Es un acto de auto-gentileza que fortalece la identidad y multiplica tu presencia.
La invitación es a mover tu cuerpo, no solo desde la ropa. Recuerda, las mujeres que inspiran, proyectan algo en común: presencia física. No solo visual. Es energía corporal, es una imagen trabajada desde adentro, donde el ejercicio es disciplina, enfoque y poder.
Quédate con este mantra: cuando haces ejercicio, entrenas también tu carácter, tu perseverancia, tu capacidad de sostener metas. Y eso, inevitablemente, se nota. Se proyecta y se vuelve marca, y con el tiempo Reputación, esta es tu señal para empezar a moverte, porque cuando el cuerpo se activa, el alma se alinea, la mente se aclara…
y la imagen simplemente se transforma.