La moda puede ser todo, menos un mandato, en tal caso debe inspirarte, no controlarte. Es una herramienta creativa y de identidad.
Narradora: Mafe Romero
En otros tiempos las tendencias y las ‘modas’ eran inspiradas por nuestras abuelas, por las revistas o por los ecos que llegaban de tierras parisinas y sus grandes diseñadores como Chanel, Dior o Balenciaga
Hoy el panorama es otro. Con la era digital, las tendencias cambian cada semana y lo "in" de hoy puede ser "out" mañana. Instagram, TikTok, el Streetstyle y pasarelas nos inundan de estéticas efímeras. En medio de este torbellino visual, muchas mujeres se sienten desconectadas de sí mismas, como si su clóset hablara más de lo que otros esperan de ellas, que de quiénes realmente son. La verdadera revolución de la moda está en vestirse con las tendencias adaptadas, para no dejar de ser tú.
Tu estilo no es solo cómo te vistes, es cómo te habitas. Construirlo toma tiempo, requiere escuchar tu cuerpo, gustos y tu historia. Tu estilo no necesita aprobación: necesita coherencia contigo misma. Así que, desde las narradoras, abrazamos la autenticidad y estos ‘Matips’ te ayudarán a no ser esclava de las tendencias:
- Identifica qué parte de una tendencia resuena contigo (¿el color? ¿el corte? ¿la emoción que transmite?).
- Adapta solo lo que te hace sentir cómoda y auténtica.
- Recuerda: si no se siente como tú, no tiene por qué estar en tu clóset.
- Haz una lista de 3 palabras que definan cómo quieres sentirte con tu ropa. (Ej. libre, elegante, segura, creativa, ligera). Eso es tu brújula personal
Seguir tendencias no es negativo si lo haces desde la conciencia. La clave está en no perder tu narrativa. Ser fiel a tu estilo es un acto de amor propio. Es decirte a ti misma, cada día: “Esto soy yo, y me honro con lo que visto”. Y cuando decides vestir desde esa verdad, la moda se convierte en una aliada poderosa, no en una presión silenciosa.
“Sigue la moda si te inspira. Pero sigue tu esencia si quieres brillar.” Es válido tomar inspiración, pero antes de copiar un look, pregúntate: ¿Esto me representa?