LA JUBILACIÓN NO ES EL FIN DE UNA ETAPA… ES EL RENACER DE UNA NUEVA VERSIÓN DE TI MISMA. ESTA ES UNA INVITACIÓN A REINVENTARTE Y EVOLUCIONAR EN ESO QUE LLAMAMOS ESTILO.
Narradora: Mafe Romero
Casi todas las publicaciones de moda que abundan en redes o revistas —por no decir que todas— han escrito sobre el estilo para mujeres embarazadas, el estilo universitario, después de los 50 e incluso, se habla de tendencias en niños. Pero han obviado a un grupo tan o más importante: la mujer en edad madura que sale de la fuerza laboral. Sí, estamos hablando de la etapa de la jubilación.
Y si bien, una vez jubiladas, el estilo de vida y los hábitos se transforman, eso no puede ser sinónimo de ‘perder’ tu identidad o tu imagen física. Jubilarse es cerrar un ciclo laboral por condiciones legales de edad. Hablando estrictamente de esta transición, a nivel estético y emocional, lo ideal es iniciarla por lo menos un año antes del retiro, con el fin de hacer un ejercicio de autoconocimiento y autorreconocimiento, que permita evolucionar hacia ese nuevo rol que se desea desempeñar.
Ahora bien, no actualizar el guarda ropa con las nuevas versiones de ti misma es un error común. Muchas mujeres conservan prendas de hace 10 o 20 años, sin conexión alguna con su estilo actual. ¿Cómo estructurar tu nuevo clóset? Piensa en un 80% de prendas loungewear (ropa funcional y cómoda), y un 20% de piezas formales. Entre estas, incluye camisas blancas, azul baby, preferiblemente en algodón o lino, pues las rutinas generalmente se concentran más en casa.
Continúa preparando tu retiro depurando piezas e incorporando nuevas. Esta etapa también implica un proceso emocional que puede sentirse como un duelo, y hay que transitarlo de la forma menos traumática posible: dona a tus hijas, customiza algunas prendas, y empieza a alinear tu estilo con tus nuevas actividades. No dejes en tu clóset ninguna prenda que te conecte con la tristeza o la añoranza; es lo menos sano que puedes hacer.
Renunciar al estilo por comodidad extrema es otro gran error. Aunque es clave sentirnos cómodas, a veces caemos en una rutina estética que apaga el deseo de expresarnos. No olvides que la ropa también condiciona nuestros procesos mentales (como lo demuestra el estudio de Hajo Adam y Adam D. Galinsky, Universidad Northwestern, 2012).
Permítete jugar con tu imagen. No hay edad para probar algo nuevo. Invierte en piezas de calidad, hecho a medida y con intención. Busca asesoría profesional si lo consideras, y prioriza los accesorios. Recuerda siempre: Tu estilo no envejece, se transforma contigo.
La jubilación trae consigo mayor libertad estética, porque el estilo no se hereda... se crea.
La edad no es una limitación para verte y sentirte espectacular. Es, más bien, una oportunidad para brillar con la seguridad y libertad que los años traen. La moda no es cuestión de juventud; es cuestión de autenticidad. Y eso, tú ya lo tienes.