Hoy no solo se conmemora el Día Internacional del Libro, en Cataluña se celebra la Diada de Sant Jordi, una fiesta en la que la cultura y el amor -representados por el libro y la rosa- se imponen en La Rambla de Barcelona, punto de encuentro principal de propios y turistas.

Narradora: Katherine Castañeda

¿Qué tienen en común el aroma inconfundible de las rosas y la palabra viva de los libros? Para los catalanes, todo. Se trata de la celebración de la fiesta de Sant Jordi, una tradición que viene desde finales del siglo XXI y que nace de la leyenda que ha viajado de boca en boca: la del valiente caballero Jordi.

Cuenta la leyenda que en la Villa de Montblanc había un dragón que causaba estragos entre la comunidad y para contenerlo entregaban un habitante para que lo devorara, pero cuando le llegó el turno a la hija del Rey, el caballero Jordi se enfrentó al dragón para matarlo y salvar a la princesa. Al vencerlo, de la sangre de la bestia nació una rosa roja, símbolo eterno del amor, el coraje y de la vida que florece, incluso en la batalla.

“Es el día de los enamorados de los catalanes, es muy nuestro y muy bonito, la tradición es que a la mujer se le regala una rosa y al hombre un libro, aunque ahora también se invierte. Es una fecha muy importante para nosotros, a mí me encanta y así sea un día laborable todos lo celebramos. Hay un ambiente muy agradable y se respira mucho amor”, dice María Teresa Sabaté, una catalana que vive la tradición con mucho arraigo.

La fiesta de Sant Jordi se celebra cada 23 de abril con paradas de ventas de libros y rosas en la calle. “Para nosotros es una fecha muy propia, ver toda Barcelona y sus alrededores con rosas y libros también es una manera de inculcar el amor por la lectura”, agrega Lidia Hernández, auxiliar administrativa y quien celebra esta fecha cada año en familia.

Hoy, en las calles más emblemáticas de Barcelona estarán autores literarios reconocidos firmando libros, habrá actividades culturales, clubs de lectura, conciertos y otras actividades lúdicas para el público en general.

Cabe recordar que Sant Jordi es el patrono de Cataluña y fue el 23 de abril el día de su muerte. La historia dice que Jordi estuvo bajo las órdenes del emperador Diocleciano y cuando se negó a perseguir a los cristianos, fue martirizado y decapitado. A partir de aquí lo veneraron como mártir y enseguida aparecieron historias fantásticas ligadas a su figura.

“Sant Jordi es el referente del amor y la palabra escrita. Es muy emocionante ver en las estaciones de tren, en las tiendas y por cada lugar que pasamos, esas rosas hermosas que nos inspiran alegría y que se regalan a parejas, familiares y amigos. Y ver las librerías en las calles y la gente comprando libros apoyando además la producción editorial catalana nos llena de gozo”, agrega Sabaté.

Esta tradicional fiesta coincide con la conmemoración del Día Internacional del Libro que la Unesco promueve también cada 23 de abril para fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de derechos de autor.